Los humanos están completamente chiflados piensan que con normas, leyes y castigos van a solucionar sus problemas, cuando en realidad los están agravando. Cada norma, cada ley es un nuevo barrote en la puerta de su prisión. Si un humano perjudica a otro es por ignorancia de que en realidad se está perjudicando a sí mismo.
A la ignorancia sólo la cura el conocimiento, no las leyes, normas o castigos que disculpan y ocultan la ignorancia del agresor. Al ignorante se le ayuda a dejar de serlo.
Si el que hace daño a otro se le permite expiar su culpa por un castigo nunca dejará de ser dañino.
Los seres humanos se sienten tan culpables por haber construido una sociedad tan injusta, tan cruel, tan malvada que disimulan su culpa con leyes, normas y castigos.
diario de un extraterrestre 